MÁS ALLÁ DE LA RUINDAD…

Lo sabemos y lo hemos padecido, nadie es perfecto en esta vida. Todos tenemos nuestras miserias, las arrastramos y exhibimos cuando nuestra mente (el lado obscuro, el malo, imperante) considera el momento y las condiciones ideales para hacerlo.

La experiencia lo confirma. En ese sentido, habría que recordar y tener presente el contenido de una de sus frases más profundas y sentidas de José Pepe Mújica, guerrillero, político, y ex presidente de la República de Uruguay,

“El poder no cambia a las personas, sólo revela quiénes verdaderamente son”.

Ese el caso que, según mi documentada opinión, sucede con el tristemente célebre presidente zaachileño (así, con minúsculas), Carlos Rigoberto Chacón Pérez.

De su amplio abanico de sus repudiables miserias, llama la atención su trato hacia las mujeres y niños, ejemplos diminutos que, comparándolos con el amplio resto de sus defectos, éstos se verían opacados con el resto que, como persona engolosinada con su poder en el gobierno municipal, comentarlos desbordaría varias páginas.

Padecimiento que ha sufrido desde su adolescencia, se incendió e iluminó al recibir el bastón de mando y lo convirtió en la máxima representación política del municipio. Objetivo que alcanzó después de casi tres décadas de bregar en la política local.

Fue ese momento en que el canijo poder se convirtió en el estímulo esperado para que esa parte enferma, canija, de su ya enfermo cerebro, accionara y actuara en consecuencia.

Transformación instantánea que, al mismo tiempo de hacer revelar su verdadera esencia humana, opaco y oscureció el resto de su conciencia. Así, la ruindad (expresada como bajeza, vileza, infamia) encontró el mejor acomodo en la debilidad y vulnerabilidad del recién ungido.

Sin embargo, al parecer cualquier examen y análisis que se realice a la actuación y proceder del dr. Rigoberto Chacón como primer concejal zaacileño, se quedaría corto ante tanta vileza demostrada en sus ya casi tres años de su gestión municipal. Y si bien, como se patentiza al término de las funciones o cargos de cualquier gobernante o funcionario, se deja a la Historia que los juzgue, nada impide ofrecer juicios sobre este malhadado (funesto, desgraciado, desdichado, infeliz) gobernante portador de la legitimidad y legalidad de sus paisanos para hacer el bien. Sucedió no nada más lo contrario, si no que su actuación fue más allá de su ruindad…

Noticias y testimonios sobre sus miserias personales eran ya conocidas por algunas personas que vivieron en carne propia sus comportamientos y por otras, testigos que tuvieron la desgracia de presenciar y escuchar sobre ello. Hechos registrados de cuando se desempeñó como director de salud municipal y en otras áreas, hasta su incorporación en la cúspide del poder político.

Todavía duele escuchar los lamentos tristes, dolorosos, de los niños zanqueros o zancuditos a quienes se les privó de asistir a actuar a Michoacán por le desidia, negligencia, abandono, desinterés, indiferencia, de la autoridad municipal. Del mismo Rigoberto Chacón quien se había comprometido con los zanquero de San Pedro La reforma a apoyarlos en todos los aspecto, materiales y económicos, para que asistieran al citado evento. Algunos de esos zanqueritos no pudieron impedir el llanto y su conmoción emocional se les prolongó causándole daños emocionales. Repudiable actitud del dr. Rigoberto desde cualquier arista que se le enfoque. No consideró que la invitación provino de una funcionaria federal de MORENA y que ella habría de aportar considerable apoyo para el traslado, alimentos y hospedaje de los danzantes mencionados. Ni aun así…

Igualmente, no le importó ni un ápice el grupo de niños, estudiantes primarios de la escuela “Lázaro Cárdenas”, que esperaron estoicamente bajo el frío y sereno de la madrugada (1 o 2 de la mañana), bajo la vigilancia del gigante de Zaachila, el reloj, la llegada del autobús prometido por el nefasto funcionario, sin resultado alguno. Nada sobre el autobús. Nada sobre el chofer, Nada sobre el señor Rigoberto. Nadie contestó las llamadas telefónicas. El viaje suspendido debido a la dejadez, abulia, irresponsabilidad, desgano e incapacidad del señalado presidente municipal. Truncada también de brusca y fuerte manera el a sueño e ilusión de los infantes que sabían que conocerían el zoológico llamado “Zafari” de Puebla. Nada de eso. Además de padecer frío, humedad, intranquilidad, esperando en las primeras horas del día, poco más de la media noche, lo que el presidente les había prometido, su emoción se tradujo en tristeza, frustración hasta convertirse en llanto en los menores e iondignación de los adultos. Nuevamente la miseria presidencial (de la familia real) hacía de las suyas, ofendiéndolos groseramente …

Y así, una miseria más agresiva que ofendió sobremanera a una niña… diferente. Isabel del Rocío Reyes Méndez, niña con capacidad diferente, padece síndrome de Down, fue una víctima más de su miserable conducta. Ella y su señora madre, Isabel Méndez Javier, de común acuerdo le ofrecieron en préstamo una pintura denominada “Chinas oaxaqueñas”, obra artística realizada por la menor y la cual, según tengo entendido había sido premiada o reconocida en un concurso estatal, para que luciera en su oficina. Claro, todo era felicidad entre los integrantes del gobierno en esos días; iniciarían sus actividades y nada presagiaba algún imprevisto, problema, menos una confrontación que llevara a una fractura irreparable en su interior. Como sucedió…

Al margen del enfrentamiento político y legal que se presentó entre la todavía Sindica y el presidente municipales, pleito que sigue vigente, lo repudiable de la conducta del repetido gobernante consiste en que la obra de la niña con capacidad diferente fue retirada del lugar acordado. Sin aviso de por medio y en un total silencio, el señor Rigoberto Chacón Pérez determinó remover y esconder la pintura; sin manifestar el lugar de destino a la señora madre, la pequeña artista sufre (hasta el momento) el destino de su obra (quien esto escribe constató su llanto triste, amargo, al escuchar lo relacionado con su pintura). Ante el silencio, soberbia, indiferencia e insensibilidad del funcionario municipal, la madre de la autora solicitó por escrito, al margen de su enojo, discriminación y sectarismo (…) contra de una persona indefensa que lo único que hace es pintar (…) víctima de sus perversos sentimientos, la devolución de la obra titulada “chinas oaxaqueñas” cuya autoría corresponde a la niña Isabel del Rocío Reyes Méndez. Así mismo, que el cuadro sea devuelto sin daño alguno, de lo contrario deberá asumir su responsabilidad conforme a Derecho.

Esos ejemplos (y muchos más como los que originó en lo que fue su barrio de origen, dos, para ser precisos) cuyas magnitudes reflejan el tamaño de las miserias de tan ruin, vil, bajo y despreciable personaje exhiben de cuerpo completo su deleznable y detestable conducta.

Se configura en lo relatado la sentencia del célebre personaje uruguayo arriba mencionado,

“El poder no cambia a las personas, sólo revela quiénes verdaderamente son”,

pero él fue más allá de la ruindad, superó los límites de la estupidez…
O bien,

“Al final cada quien demuestra quién es, las apariencias no son sostenibles” …