Villa de Zaachila, Oaxaca. — La directiva de los Zancudos Buin Zaa de la Agencia San Pedro la Reforma ha hecho pública una denuncia contra el presidente municipal de la Villa de Zaachila, Rigoberto Chacón, y su cabildo, señalando intentos de extorsión y la violación al derecho a la cultura de niños, jóvenes y familias de la comunidad.
El conflicto surgió tras la solicitud del autobús municipal para participar en la Caravana Cempasúchil, realizada en Uruapan, Michoacán, el pasado 2 de noviembre. Según el testimonio de los denunciantes, el acuerdo inicial con las autoridades municipales incluía el préstamo del autobús y su conductor, mientras que los organizadores cubrirían los gastos de combustible, casetas y viáticos. Sin embargo, a pocos días del viaje, el municipio impuso nuevas condiciones, exigiendo el pago inmediato de $9,000 pesos por combustible previamente cargado, además de la firma de un convenio con cláusulas poco claras.
Incertidumbre y malas gestiones
El 31 de octubre, día previsto para la salida, se informó que el conductor asignado no estaba disponible, y que un conductor externo debía ser contratado, cuyo pago también recaería en los organizadores. Los Zancudos propusieron alternativas, pero la falta de comunicación y la constante modificación de las condiciones generaron frustración. Finalmente, al descubrir que el autobús carecía de seguro, se tomó la difícil decisión de cancelar la participación para garantizar la seguridad de los menores y sus familias.
Impacto cultural y social
La cancelación de la participación de los Zancudos Buin Zaa en el evento significó una pérdida para los niños y jóvenes que integrarían por primera vez el cuerpo infantil de danzantes, así como para los padres y madres que habían hecho ajustes laborales para acompañarlos. Los denunciantes señalan que el derecho a la cultura, reconocido en la Constitución y en tratados internacionales como el Convenio 169 de la OIT, fue vulnerado.
Un patrón de incumplimientos
La denuncia subraya que este no es un hecho aislado. Otros grupos y actividades han reportado problemas similares con la administración de Rigoberto Chacón, incluyendo una escuela primaria y un equipo de fútbol. Incluso una diputada federal se habría desplazado desde la Ciudad de México para gestionar personalmente el apoyo solicitado, sin éxito.
Los Zancudos Buin Zaa han exigido transparencia y respeto a los derechos culturales de las comunidades, recordando que el apoyo solicitado no es un favor, sino una obligación del municipio. Este caso pone de manifiesto los retos que enfrentan los colectivos culturales en su lucha por preservar y difundir las tradiciones en condiciones dignas.
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